Grupo
27
“No es imponer un camino, es guiar por el correcto”.
-Shinno Pinela
De
chamaco jugaba a ser como los demás chicos que jugaban a ser grandes y
desmembraban su inocencia para convertirse en delincuentes. Allí, mis amigos
del barrio decían que si un día llegábamos a la cárcel, debíamos decir que
pertenecíamos a la asociación Ñeta, porque
según todos en mi vecindario, los Ñeta eran los cheches de la
película, los héroes en las cárceles.
Recuerdo
que a mi llegada a la 292 (cárcel de máxima seguridad de Bayamón), un grupo de
oficiales penales me recibieron con una gran golpiza. Luego me preguntaron a
qué grupo carcelario yo pertenecía. Sin pensarlo dos veces, recordando el
consejo de mis compañeros de correrías, les dije que era Ñeta. Era mi primera vez en una cárcel de adultos. Entonces,
el oficial del rango más alto ordenó que me llevaran a la galera de los 27. Lo escuché clarito cuando dijo: “Métanlo
con los 27, a ver si nos hacen el favor de matarlo”.
Nunca
olvidé sus palabras, sobre todo porque había escuchado tantas cosas horribles
de los 27: que eran abusadores; que violaban a otros confinados; que eran
un grupo compuesto por confinados violadores; que abusaban de mujeres y niños;
que cobraban dinero para asesinar a otros confinados; que no respetaban a las
personas mayores; que les robaban a los confinados de nuevo ingreso; que no
tenían honor y se mataban entre ellos… Fueron tantas las cosas negativas que
había escuchado que estaba seguro de que jamás pertenecería a una entidad como
la que describían.
Pero
como dice el refrán, «no hay mal que por bien no venga». Hoy día le agradezco a
aquel oficial de alto rango que me obligó a convivir con los 27. Allí, durante 15 años, descubrí la
verdadera historia de la organización que muchos juzgan sin conocer. Aprendí,
además, que no existe otro grupo carcelario con más honor y principios que el Grupo 27.
Los
27 tienen una gran historia. No es
solo un número que identifica al grupo, sino una fecha que marcó para siempre
las vidas de muchos confinados, incluyendo la del Sr. Luis Pinela Pizarro (Shinno
Pinela), fundador y máximo líder de los 27.
En la próxima ocasión, abundaré sobre el particular. Hoy, sin embargo, les
hablaré de las 27 normas que rigen a
todos sus integrantes. Estas fueron escritas el 27 de junio del 1980 por el Sr. Pinela.
REGLAS DEL G-27-J-80
1- Respetar
a todos tus hermanos 27 y a todos los demás seres humanos que merecen respeto.
Establecer vínculos basados en el respeto mutuo, la paz y la amistad.
2- No
robar ni asaltar a nadie por ninguna
razón. Aquel 27 que lo haga, deberá ser expulsado del grupo sin ninguna
oportunidad.
3- Ayudar,
cuidar, enseñar, apoyar y orientar a tus hermanos 27 en cualquier rincón del
mundo.
4- Todo
aquel que mienta contra un hermano 27 por su beneficio personal, estará
cometiendo traición contra el grupo.
5- No dar
ninguna posición de liderazgo a aquel que la desee, sino al que la merece por
ser un hombre justo.
6- No
dejarse influenciar por nadie que tenga riquezas al grado de permitir que viole
alguna de nuestras reglas. No matar por dinero.
7- Nadie
que use drogas fuertes o tome alcohol al grado de emborracharse debe dirigir o
liderar ninguna parte del grupo. Esto NO sería lo mejor para nosotros.
8- Ningún
27 que no sea líder en el lugar en que se encuentre tendrá autorización para
dialogar con un líder de otro grupo para tratar ninguna situación o problema.
9- Ningún
27 deberá colarse en alguna fila en el comedor o en cualquier otro lugar que
haya fila.
10- Todos los 27 que convivan en una población
penal, deberán estar despiertos y fuera de sus celdas todas las mañanas cuando
las puertas de sus celdas estén abiertas, excepto aquellos que por alguna
enfermedad no puedan.
11- Todos
los 27 deberán hacer alguna clase de ejercicios, con excepción de aquellos que
tengan algún impedimento físico.
12- Los 27
deberán ser cuidadosos en no estar haciendo ruidos o alborotos que molesten a
los demás.
13- No se permitirán abusos ni faltas de respeto
por parte de ningún 27.
14- No
trates de inducir a nadie en el uso de las drogas diciendo que son buenas.
15- Nuestras
acciones deben ser defensivas y no ofensivas.
16- No te
rindas, estudia y trabaja para que puedas ser un mejor ser humano.
17- Ningún
27 puede practicar el homosexualismo de ninguna forma ni ser un violador sexual
comprobado.
18- Todo
posible ingreso a nuestras filas deberá pasar un tiempo de 12 a 24 meses en
observación antes de ser parte de nuestra familia.
19- Todo
aquel líder que reclute a nuevos ingresos en nuestras filas deberá ser muy
cuidadoso y será responsable del proceder de aquel nuevo integrante. Deberán
ser guerreros leales, honorables y deben representar con dignidad a nuestro
G-27-J-80.
20- Salvaguardar
a tus hermanos en todo momento o situación. Tomarlos de la mano para evitar que
fallen. No esperar a que tropiecen para luego traerlos al medio, porque de ser
así, tú irás al medio también.
21- Ser honorable y leal y fomentar la unión
familiar por encima de todo.
22- Se
condena cualquier abuso de confianza o falta de respeto en contra de algún
familiar nuestro por parte de algún 27.
23- En
caso de una falla mínima se te orientará claramente y se tomarán medidas
disciplinarias verbales. No se estropeará a ningún guerrero, pero se utilizarán
medidas drásticas de peso de ser necesario.
24- Todos
los días 27 se reunirán con 1 minuto de silencio. Se hará una oración por
nuestros hermanos caídos. También se escogerá el momento para traer o plantear
cualquier malestar, indiferencia y opiniones para mejorar la convivencia de
nuestra familia.
25- Todo
guerrero 27 llevará nuestras normas a cabalidad y se dejará llevar por los
mensajes correctos y positivos que otro hermano le traiga. Todo mensaje deberá
ser en privado y sin faltar al respeto.
26- Todo aquel 27 que tire o abandone nuestra
bandera sin justificación de peso, no será aceptado nuevamente en nuestro
G-27-J- 80.
27- Todo líder o encargado de dichas pistas donde
caminen los 27, deberá hablar y actuar responsablemente ante cualquier situación
que ocurra.
A
mis lectores les digo que los 27
viven al pie de letra cada una de estas normas. Gracias a ellas fui parte del Grupo 27 durante los 15 años que estuve
en la cárcel.
Por
lo que dedico este poema en honor al Grupo
27…
Hombre 27
Veintisiete
veces gritaron mi nombre para matarme
como
si fuese binladen y todos me odiaran.
Veintisiete
cobraron el precio por mi cabeza
y
mi vieja sufriendo en silencio.
Veintisiete
veces me emboscaron y en la 27
en
Santurce, perros satos me seguían el rastro.
27
veces me tirotearon, veintisiete veces…
Y
cuando los feos me echaron el guante,
27
me nombraron en prisión.
A
Micky, Santitos, Yayín
Los
veintisiete les rendimos tributo.
Al
rojo y al negro, a la sangre y al luto.
El
27 ama su bandera,